jueves, 22 de abril de 2010

Cuando ya no sabemos qué queremos

Dedicamos nuestro tiempo a las actividades diarias como el trabajo, el estudio, la familia, etc.; en muchas ocasiones conseguimos alcanzar éxito en estas tareas sin embargo experimentamos a pesar de todos nuestros éxitos y logros una sensación de desazón y tristeza que en sí misma nos apena por no responder a ninguna causa en especial. Como una especie de sensación de insatisfacción que habita en nosotros y que si bien no nos paraliza si nos aleja de lo que concebimos por plenitud.
Aquella “insatisfacción” lejos de abatirnos debe ser una invitación a cuestionar nuestra propia vida y cómo la hemos venido llevando hasta ahora. Creemos que realizando aquellas tareas, estudio trabajo, familia, etc., que se espera de nosotros aseguraremos nuestra felicidad (con mucho nos asegura de permanecer insertados en lo social) no obstante no necesariamente encontraremos en su cumplimiento algo que nos distinga y responda por nuestro ser.
Me pregunto constantemente por qué existe ahora una mayor tendencia y valoración del mundo interior. El hombre ha probado ser capaz de conseguir todo aquello que se proponga, las crisis económicas se superan cada vez más pronto, la tecnología no cesa un instante y no lo hará. El piloto automático parece activado y sólo seguimos alimentando y alimentándonos de ansiedad, vamos por más y más. Es tal vez momento de detenernos y cuestionar esta insatisfacción que habita en muchos de nosotros, dejar de ignorar que además de ser profesionales súper exitosos, hombres de ciencia, o lo que fuere, somos en esencia seres naturales y espirituales.
Es un momento de retorno, un retorno consciente y sincero a ser quienes en verdad somos. Ocuparnos de nosotros mismos no es en absoluto inútil, tal vez sólo así podamos disfrutar verdaderamente de todo aquello que como seres sociales nos proveemos. Apostemos por nosotros mismos. Seguir el flujo natural jamás será en vano todo lo contrario, mas es en vano seguir alimentando nuestros juicios y nuestro ego que nos alejan incluso del disfrute de aquello por lo que tanto nos esforzamos.

2 comentarios: